VV.VV. (2000): Centros cívicos y Servicios de proximidad. Vitoria, Xabide.


CENTROS CÍVICOS Y SERVICIOS DE PROXIMIDAD
Servicios de Proximidad
Los equipamientos (culturales) ostentan a un tiempo la doble condición de “monumentos” y de “instrumentos”. Los equipamientos son considerados como un artefacto simbólico, y en tanto que centro cultural, deberán albergar el producto de mayor virtualidad simbólica, la cultura. Estos equipamientos también acogen en su seno una gama más o menos amplia de servicios y actividades.
Los equipamientos constituyen un indicador imprescindible y rotundo  se sus políticas de referencia (sociales, culturales y educativas). En este sentido, las políticas educativas, formuladas o no, se hacen evidentes mediante las escuelas, del mismo modo que las políticas sanitarias lo hacen mediante los hospitales. Existan o no políticas para la lectura, lo que existen son bibliotecas. Existan o no políticas de patrimonio, lo que existen son museos…
Los que de ahora en adelante denominaremos como “equipamientos de proximidad”, presentan más allá del tiempo y el espacio, de las épocas y de los países, una sorprendente regularidad en lo tocante a sus planteamientos, constituyendo algo así como respuestas más o menos similares a situaciones más o menos parecidas y habituales.
Los equipamientos de proximidad por lo tanto, se constituyen como respuesta social, cultural y/o educativa en momentos de transformación profunda de las relaciones entre la  comunidad y sus instituciones. Los distintos modelos de equipamientos existentes emergen de una tensión entre sus tres grandes finalidades políticas:
-          Equipamiento de proximidad como instrumento de producción de servicios.
-          Equipamiento de proximidad como casa común, ya sea como contenedor pasivo de individuos o colectivos o como contenedor activo de programas y proyectos.
-          Equipamiento de proximidad como artefacto de cohesión social y construcción y fortalecimiento del tejido social (asociativo).
A diferencia de lo que sucede con otro tipo de equipamientos vinculados a los servicios de carácter básico, cuya planificación obedece criterios y ratios asociados con el volumen de población al que intentan prestar atención, en la familia de los equipamientos de proximidad se constata que el referente básico del servicio es de tipo territorial o institucional (así como en los municipios pequeños y medianos la tendencia es que exista, por lo menos, un establecimiento por localidad, este mismo criterio, en los municipios de mayor tamaño, se traslada a escala de barrio o distrito) mientras que el factor poblacional (dar servicios a tantos ciudadanos) se mantiene como un criterio de segundo orden, casi nunca prioritario.
Existe una tendencia importante a concebir el equipamiento como un contenedor, es decir, una infraestructura de mayor o menor tamaño, mejor o peor dotada, cuya función fundamental consiste en dar cabida a colectivos o proyectos, olvidando la importancia de que los equipamientos de proximidad han de ser activos y proactivos.
Las Casas de Cultura son el modelo de equipamiento de proximidad más extendido, obedecen al estereotipo de centro cultural, un lugar orientado preferentemente a la difusión cultural más o menos especializada, sin menospreciar el ejercicio de otras funciones asociadas a la participación ciudadana y al desarrollo comunitario.
En las grandes ciudades, los Centros Cívicos desempeñan un papel fundamental. En las grandes ciudades se constata la tendencia a un protagonismo compartido de las casas de cultura con los denominados centros cívicos, concebidos como un equipamiento polivalente con un programa integrado de servicios culturales, educativos, sociales y de participación ciudadana que se presta a múltiples configuraciones. Con esta información se corrobora el carácter fundamentalmente urbano de los centros cívicos concebidos como equipamientos de proximidad.
Será un reto que los equipamientos, de proximidad o no, continúen  operativos si no se definen con mayor precisión sus políticas de referencia, para las que constituyen un instrumento privilegiado:
-          Las políticas de desarrollo comunitarios acción sociocomunitaria), que superen la tendencia de concebir al ciudadana como un mero usuario o cliente.
-          La consolidación de lo local y la política cultural.
-          Las políticas de participación ciudadana, con la necesidad de una gestión compartida (asociaciones + Administración +  ciudadanos).
-          Las políticas de formación permanente, ante la desaparición progresiva de la educación compensatoria y frente a la expansión del tallerismo indiscriminado o generalizado, “Mire usted –especialmente niño y señora- apúntese a un taller perpetuo y goce su otra casa, el centro cívico”. Maccdonals de lo cultural, entendido como “nosotros se lo masticamos y ustedes solo deben montarlo, fácilmente. En ésta, su casa taller de tardes del todo a cien”.
Centros Cívicos
Joaquín Nadal

Los equipamientos constituyen una herramienta imprescindible para la sociedad del bienestar. En el ámbito comunitario  representan, el espacio más apropiado para la satisfacción de las necesidades y aspiraciones de los ciudadanos, un espacio para compartir.
Las ciudades tienen una dimensión interna de signo individualista, de suma de individualidades, pero, inevitablemente se aglutinan en torno a los espacios públicos y a los servicios comunes, de ahí, el sentido de proximidad y cercanía, de dimensión colectiva de la ciudad.
Los centros cívicos  son el espacio desde donde podemos dar cabida a la posibilidad de compartir, de cooperar, de reciprocidad…  son el ámbito de coincidencia, el punto de encuentro, el centro de actividades…donde  podemos practicar activamente nuestra condición de ciudadanos.
En los centros cívicos se lleva a cabo un aprendizaje permanente, donde se aprende simplemente a vivir en común la realidad, suponen un hervidero de ideas y propuestas (Administración + asociaciones + ciudadanos), un intercambio de ideas y un encuentro entre ciudadanos (intergeneracional). Además, suponen un instrumento básico para la igualdad y la cohesión social.
Toni Puig
Los ciudadanos son inteligentes. Yo estoy con ellos. No con los que dicen, desde el interior abunkerado de los centros cívicos “¡No nos comprenden! Menudos estúpidos engreídos esos feudales de los centros cívicos amurallados, llenos de lo que sólo a ellos y a sus amigos les gusta. Son un peligro público”.
Los centros cívicos, que empezaron con un enamoramiento y boda entre los ciudadanos y la administración municipal a través  de los magníficos oficios organizativos de las asociaciones, terminaron en ruptura. La administración entró en el huracán del “todo lo voy hacer yo, que el pueblo me ha elegido y nosotros los políticos venimos del mundo asociativo y ya sabes bien que tenemos que hacer”, esto supuso, “el desinterés, la abulia, el abandono de los ciudadanos, de los plurales ciudadanos del barrio. Los abandonaron porque los centros cívicos no se preocupaban de sus cosas, de sus vidas íntimas y comunes. Pasan. Están ensimismados en lo suyo…No los motivas. No los seducen. Esperan, los centros cívicos, que los ciudadanos los llenen porque son públicos. Y ya está. Por narices….optan por otras oportunidades… o por la tele, no peor que lo que se ofrece en muchísimos centros cívicos…”
El presente y el futo de los centros cívicos no pasa por el matrimonio, sino por el trío promiscuo entre ciudadanos, Administración municipal y asociaciones.
Las asociaciones empezaron a incordiar en los barrios de las ciudades, pero ya no con la sola reivindicación, ahora se alza su voz cívica, ciudadana y de acción: proponen, diseñan, plantean retos.
Las asociaciones ciudadanas y la administración se han de entender y funcionar como organizaciones relacionales entre sí. Y ambas, con los ciudadanos, que son los únicos que importan en los centros cívicos, los protagonistas de su propia calidad de vida.
¿Cuáles son las asociaciones cívicas, de interés ciudadano, que no pueden dejarse fuera de este nuevo proyecto de los centros cívicos?
-          Las que tienen en cuenta las necesidades de los ciudadanos.
-          Optan por el liderazgo de los ciudadanos.
-          Las que dan el protagonismo al voluntariado
-          Las que optan por servicios y proyectos de calidad
-          Las que se coordinan con los demás y crean redes
-          Las que dialogan y llegan a acuerdos con la administración
-          Las que se comunican directamente con los ciudadanos y no se guardan la información
-          Las que invitan a una participación real
-          Las que buscan y tienen el soporte de socios
-          Las que tienen proyecto de futuro para su barrio












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