La autora lleva a cabo un análisis de la naturaleza y los últimos desarrollos de la antropología urbana. Para ello, considera la ciudad como un laboratorio de lo que ocurre a nivel global, y presenta diferentes definiciones de ciudad según distintos autores.
En primer lugar Ianni (1999), define la ciudad como una síntesis privilegiada de la geografía, historia, de las relaciones sociales de individuos y colectivos y del juego de las relaciones políticas y económicas de la trama de las producciones culturales. Considera que la ciudad tiene diversas funciones, algunas de ellas están más desarrolladas que otras, y con el tiempo pueden ir apareciendo nuevas funciones y desapareciendo otras. El autor asegura que no existe ciudad que tenga una sola función, y en el caso de que exista, este tipo de ciudades terminan desapareciendo.
Marc Auge habla de la respiración de la ciudad a causa de un doble movimiento. Por un lado la ciudad proyecta imágenes, arte, cultura… y por otro lado atrae otros bienes, otras informaciones y otras imágenes. El autor nos presenta un tipo de ciudad, que desde mi punto de vista, se trata tan solo de una imagen, es decir, una imagen informativa, que trata de captar la atención del exterior, para atraer hacia el interior otros beneficios. Por otro lado concibe las ciudades como contenedores de lugares y no lugares. Con no lugares se refiere a lugares de paso, aquellos espacios iguales en distintos sitios, lugares no específicos que no tienen una marca tradicional de la ciudad y son muy neutros físicamente.
Hannerz concibe la ciudad como un espejo de lo que es la complejidad cultural del mundo, es aquel lugar que sirve de ejemplo para saber concebir el mundo actual. Habla de las ciudades como centros de información y comunicación, y su función principal es la de ser abiertas para estar al alcance de todo el mundo, y que sea posible en todo momento cualquier interacción entre el centro y la periferia de la ciudad.
Para Hoslton y Appadurai, las ciudades son lugares privilegiados para estudiar la pertenencia y ciudadanía y ejes centrales de la red global. Todo ello se debe a la globalización en general, que hace que en diversas ciudades desarrolladas se esté dejando de lado las memorias culturales, lo que provoca segregaciones dentro de la misma ciudad.
El problema del concepto de ciudad es que existe una gran multitud de definiciones, y todas muy distintas. Pero en general todas ellas consideran la ciudad como un ejemplo donde sucede todo aquello que también ocurre en la sociedad.
Weber habla de ciudad como lugar de mercado, intercambio y encuentro; Mumford considera la ciudad como un lugar de poder político, cultural y religioso; Park Wirth, define ciudad como lugar denso y heterogéneo, sin tener en cuenta los procesos históricos y sociales. Este concepto seria la base en la que pensamos la ciudad, pero hoy en día ya no sirve, aunque lo sigamos utilizando cuando pensamos en Estados.
Eduard Soja, define ciudad de una forma más parecida al primero de los enfoques anteriores, a través de tres perspectivas referentes a la urbanización del mundo. Por tanto, en primer lugar considera la ciudad como un proceso en continuo cambio y movimiento, en el cual se considera la ciudad como un conjunto de prácticas espaciales, que se materializan para la producción de la vida urbana. En segundo lugar, habla de ciudad como lugar que genera movimientos sociales y diferentes redes sociales, la ciudad es pensada como algo imaginario y representativo. La tercera y última perspectiva hace referencia al proceso dinámico de construcción social del espacio como una fuente de explicación en sí misma, teniendo en cuenta el profundo cambio en el imaginario urbano, es decir, la forma en la que pensamos la ciudad y la vida en ella.
Teniendo en cuenta lo que Soja nos presenta anteriormente, las ciudades contemporáneas están sufriendo múltiples cambios. Cuando habla de cambios se refiere a que las ciudades actuales tienen cada vez menos en cuenta su historia e identidad, es decir, las ciudades contemporáneas se despegan cada vez más de su especificidad espacial. Además de estos cambios, la ciudad actual, carece de límites y fronteras, ya que al crecer tan rápido van abarcando a otras localidades. Esto acarrea un problema, y es que debido a este crecimiento incontrolable cada vez se van haciendo más difíciles las interacciones dentro de la urbe, y la imagen física queda completamente disuelta.
Con relación a lo anterior, las ciudades estos últimos años han progresado bastante, en cuanto a crecimiento, empleo, cultura etc. Pero el mayor problema, en mi opinión está en el acceso limitado que tienen los habitantes a los espacios públicos. Ya que al crecer tan descontroladamente, la mayoría de los habitantes quedan aislados del centro de la ciudad, esto no quiere decir que los espacios públicos estén lejos de sus hogares, además quedan apartados de cosas más importantes, como es la información, la comunicación, el sentido de pertenencia, etc. Esta situación, en ocasiones, acompañada de distintas situaciones de riesgo, puede desembocar en situación de exclusión social.
En la lectura se tratan de analizar las diferentes facetas de la actual ciudad poliédrica, concibiendo esta como una síntesis privilegiada de los amplios y diferentes procesos que atraviesan todo el cuerpo social. El autor señala tres aspectos que considera esenciales para la comprensión de las ciudades contemporáneas: la desigualdad, la segregación y el conflicto social en segundo lugar la hibridación y mestizaje, y por último la ciudad poliédrica.
Según Saskia Sassen las ciudades actuales se han convertido en ciudades de servicio o de consumo. La mayoría de las personas van a la ciudad a consumir, convirtiéndose en centros tecnológicos, de información y de comunicación. Esto provoca una ciudad dual; por un lado elitista formada por profesionales de alta cualificación; y por otro lado basada en una economía informal y una baja cualificación. Originando así ciudades de exclusión, donde existen subclases dependientes. (Véase documental complementario).
Manuel Castells hace referencia a la ciudad informacional, como un tipo de ciudad dual, formada por clases cualificadas de información y un sector económico informal o no cualificado. Este dualismo estructural lo que provoca es una fragmentación, debida a los limites de los espacios públicos, que darán lugar a conflictos sociales. Por lo tanto, Castells habla de una diferencia clara de clases sociales, existen unas élites profesionales que dominan a las minorías y tienen un alto nivel cultural, educativo, social…etc.
A raíz de esta diferencia de clases, las minorías o grupos de la periferia no van a actuar como agentes pasivos, sino que van a inventar formas de organización para solucionar sus problemas, es decir, van a establecer nuevas formas de vínculos sociales que les permitan enfrentarse tanto a lo conocido como a lo desconocido, siempre respondiendo en función de sus necesidades y con las herramientas que dispongan a su alcance.
Dentro de las ciudades hay distintas comunidades de interés, y la gente se articula entre ellas, (comunidades de ocio, comunidades de cultura, comunidades de arte…) pero estas comunidades se encuentran separadas y no se relacionan entre ellas. La periferia, se considera como uno de esos “grupos”, los cuales no participan como tal en el mundo, aunque en realidad no son agentes pasivos, sino como he dicho antes, todas las periferias buscan formas de adaptarse a lo existente. Por lo tanto todos los grupos participan de alguna manera, ya sea por sobrevivir o no.
Pero, ¿Qué pasa en aquellas ciudades donde los vecinos tienen y conviven con distintas tradiciones? Según García Canclini, con la llegada de gente procedente de otros lugares, se crean subgrupos debido a que lo urbano no se puede entender de tal forma. Las formas de supervivencia se multiplican y los sujetos de la educación no son sujetos pasivos, sino que van inventando nuevas formas de participación, de ocio, de clientelismo, etc.
Resultaría imposible pensar una vida colectiva desde la segregación de grupos, es decir, sino encontramos lo común de la ciudad. Por lo tanto, es importante encontrar puntos de anclaje o identificación, tales como la vecindad.
Para ello es importante estudiar lo que hace la ciudad, no lo que es y preguntarse cuestiones como ¿Qué hace la gente? ¿Dónde está? Sería conveniente estudiar la retorica y los discursos oficiales, aquellos discursos sobre la ciudad, que venden una imagen determinada de ésta.
En el tercer apartado, la autora analiza cinco imágenes o metáforas de la actual ciudad poliédrica, cada una de las cuales enfatiza un aspecto diferente.
En primer lugar la ciudad étnica, que se constituye como un mosaico de grupos étnicos. Para captar la heterogeneidad interna de la ciudad, Seta Low ha creído conveniente que los grupos étnicos son una imagen relevante de la ciudad, y sería conveniente preguntarse en todo momento cómo vive tal grupo, si participa o no, si existen relaciones de racismo o de poder, etc.
La ciudad dividida, hace referencia a un modelo segregado de ciudad. Se refiere a aquellos grupos que no se relacionan y en ocasiones se generan situaciones de violencia.
La ciudad gen erizada, es aquel espacio considerado y estudiado como masculino, donde las mujeres no han alcanzado la ciudadanía. Existen lugares marcados donde las mujeres se hacen invisibles.
La ciudad contestada, hace referencia a todos aquellos rituales que se producen en el espacio público, es decir, de cómo la gente se apropia de lo urbano y lo reinventa, y le da otro uso diferente. En conclusión estudiar las formas de control del espacio público.
También se habla en el texto de otras tres nuevas imágenes que expresan el impacto del factor económico en la vida urbana: la ciudad desindustrializada, la ciudad global y la ciudad informacional.
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